
- La ministra de Exteriores remarca que la Justicia española es independiente.
- Insiste en que se dieron las explicaciones oportunas a Marruecos, un socio privilegiado.
Contramutis.-
Si el secretario General del Frente Polisario, Brahim Gali, que se encuentra internado en un hospital de Logroño, es citado ante la Justicia tendrá que comparecer y el Gobierno de España no se interpondrá.
Lo ha dicho la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en una rueda prensa en la sede de su departamento al ser preguntada por la posibilidad de que Gali tenga que declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, en relación con la querella que interpuso el bloguero Fadel Mihdi Breica, ciudadano español de origen saharaui, por presuntos delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad.
La ministra ha insistido en la independencia de la Justicia en España, con la que el Gobierno es “exquisitamente respetuoso”, y ha manifestado que “la Justicia hará lo que tenga que hacer y el Gobierno lo respetará íntegramente, como no puede ser de otra manera en un país democrático”.
Previamente, y ante otra pregunta, González Laya se ha vuelto a referir a las razones “estrictamente humanitarias” por las que el líder del Polisario y presidente de la Republica Saharaui fue acogido en España para ser tratado de COVID 19, a lo que ha añadido que cuando esas razones concluyan “el señor Gali se marchará de España”.
El juez Santiago Pedraz ha pedido el martes 4 de mayo a la policía que identifique si el líder del Frente Polisario se encuentra ingresado en el hospital San Pedro de Logroño con una identidad falsa, antes de decidir si le cita a declarar.
Ante las declaraciones del ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, preguntando si España desea sacrificar su relación bilateral con Marruecos por el caso de Brahim Gali, la ministra asegura que han dado a las autoridades marroquíes las explicaciones oportunas sobre las circunstancias “puramente humanitarias” por las que se acogió al jefe del Polisario.
A esto ha añadido que la postura de España con respecto a Marruecos no ha variado, que es una postura estratégica, de país, de amistad, de cooperación y de partenariado estrecho “entre no solo dos vecinos, sino dos socios privilegiados”.