Aumentan las presiones judiciales contra los periodistas en Marruecos

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  • Las autoridades marroquíes obstaculizan deliberadamente el trabajo de los medios de comunicación según Reporteros Sin Fronteras

  • RSF no alude a los periodistas saharauis que luchan contra el bloqueo informativo que Marruecos impone en el Sáhara Occidental ocupado

  • Seis informadores saharauis cumplen severas condenas en cárceles marroquíes

 

Alfonso Lafarga.-

Los procesos judiciales contra periodistas y medios de comunicación que cada año se realizan en Marruecos se incrementaron en 2018, según la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

El informe, que evalúa la situación del periodismo en 180 países y territorios, revela la instauración de una mecánica del miedo muy perjudicial para el ejercicio del periodismo y da los siguientes datos: 1 internauta asesinado, 1 colaborador asesinado, 171 periodistas encarcelados, 150 internautas encarcelados y 16 colaboradores encarcelados.

Sobre Marruecos, RSF califica de “presiones judiciales” los procesos contra periodistas y dice que las autoridades “han obstaculizado deliberadamente el trabajo de los medios de comunicación nacionales y extranjeros que cubren las protestas del Movimiento Popular del Rif (Hirak) y el tema tabú de la migración”.  Se procedió tanto contra periodistas-ciudadanos como contra periodistas profesionales; algunos de ellos fueron sentenciados a penas de prisión, otros a pagar multas y algunos periodistas extranjeros fueron expulsados del país”.

RSF afirma que en Marruecos “dos largos y emblemáticos procesos muestran la voluntad del Estado de seguir presionando a la prensa: Ali Anouzla, editor del diario digital Lakome2, y Maati Monjib, presidente de la Asociación Marroquí de Periodismo de Investigación, se enfrentan desde hace más de cinco años y cerca de cuatro años, respectivamente, a procesos judiciales por “hacer apología del terrorismo”, “incitar a cometer actos terroristas” y “atentar contra la seguridad del Estado”, cuando lo único que han hecho es ejercer su profesión.

Silencio sobre la prensa en el Sáhara Occidental

Aunque RSF afirma que los periodistas de África del Norte suelen desempeñar su trabajo «en un ambiente hostil y afrontan grandes dificultades» para cumplir con su misión de ofrecer una información independiente,  no hace referencia a la labor de los informadores saharauis, que luchan contra el bloqueo informativo que Marruecos impone en el Sáhara Occidental, territorio que invadió a finales de 1975.

Periodistas saharauis presos

Periodista saharauis presos

En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019, publicada el 18 de abril, Marruecos está en el puesto 135, de 180. Aunque aparece como  “Marruecos/Sahara Occidental” no menciona la situación en la excolonia española -invadida a finales de 1975 por el ejército marroquí-, a pesar de que seis periodistas saharauis se encuentra encarcelados cumpliendo severas condenas: Abdalahi Lekhfauni (cadena perpetua), Hassan Dah (25 años), Mohamed Lamin Haddi (25 años), El Bachir Khada (20 años), Mohamed Banbari (6 años), y Saleh Lebsir (4 años), todos ellos en cárceles en territorio marroquí.

En 2018 en el Sáhara Occidental ocupado continuó la persecución contra  periodistas saharauis, a los que no reconocen las autoridades marroquíes: En marzo fueron detenidos Mohamed Salem Mayara y Mohamed El Joumayi, de Smara News y corresponsales de RASD TV, condenados a dos años de cárcel, están en libertad desde el 27 de septiembre pendientes del Tribunal de Casación; en mayo fue detenido Laaroussi Ndour,  fotógrafo y editor del Bentilli Center, que permaneció dos meses en prisión; en junio se detuvo a las periodistas Zahara Essin y Khadi Essin; en diciembre a la corresponsal de RASD TV y miembro de la agencia Equipe Media (EM) Nazha ElKhalid, que ya sufrió otra detención en agosto de 2016,  y ese mismo mes fue detenido el fotógrafo Brahim Dihani. 

El acoso a los periodistas saharauis continúa en 2019: el 13 de enero Mohamed Mayara, coordinador de Equipe Media, fue agredido por la policía en el aeropuerto de El Aaiún tras llegar de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf e interrogado por las actividades de EM; otro miembro de esta agencia, Mohamed Barkan, fue detenido en el aeropuerto de El Aaiún el 16 de enero tras llegar de Suecia y el 26 volvió a ser detenido e interrogado durante ocho horas por unas manifestaciones de 2013 y sobre el cortometraje “Tres cámaras robadas” de 2017, compareció en el juzgado de El Aaiún acusado de participar en manifestaciones no autorizadas y quedó en libertad sin cargos;  Hammoud al-Laili, corresponsal de RASD TV, fue detenido el 4 de febrero cuando cubría una sentada en El Aaiún, le confiscaron dos cámaras y le interrogaron durante más de cuatro horas.

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Nazha El Khalidi

Un caso singular es el de Nazha El Khalidi, de 27 años, que será juzgada el 20 de mayo por ejercer el periodismo sin estar titulada, acusación que puede suponer una condena de 3 meses a 2 años de cárcel, además de una sanción económica. Nazha fue detenida en El Aaiún cuando informaba sobre una manifestación saharaui, le confiscaron el móvil y fue interrogada y maltratada.

Entre las actuaciones contra la prensa en el Sáhara Occidental por parte de las autoridades marroquíes se encuentra la expulsión de El Aaiún, el 16 de febrero, de la periodista española Ana Cortés y a su colega italiano Giovanni Cortceli, que tras ser interrogados durante dos horas fueron obligados a dirigirse en taxi a Agadir (Marruecos).

 

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