- Roberto Cantoni estudiaba las consecuencias de las construcciones de energías renovables en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.
- Segunda expulsión en dos meses que realizan las autoridades marroquíes.
Contramutis.-
Un investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona ha sido expulsado de El Aaiún, donde realizaba un estudio sobre las energías renovables y su repercusión en la sociedad, segunda expulsión en dos meses que realizan las autoridades marroquíes.
Roberto Cantoni se encontraba en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, y el 14 de mayo fue obligado por agentes de la seguridad marroquí a subir a un taxi para dirigirse a Agadir (Marruecos).
Desde esta ciudad, Roberto Cantoni ha relatado que en los últimos años ha llevado a cabo investigaciones sobre temas relacionados con la energía y sus repercusiones en la sociedad.
Actualmente trabaja en las consecuencias de las construcciones de energías renovables en los territorios ocupados del Sáhara Occidental; en El Aaiún había entrevistado a algunas personas de asociaciones saharauis.
Afirma que el 14 de mayo fue visitado “por dos señores de la Seguridad Nacional de Marruecos, quienes me obligaron a subir en un taxi para abandonar El Aaiún, mientras estaba realizando mi investigación”. Tuvo que tomar un taxi y dirigirse a Agadir.
“Creo que esto no es algo nuevo, no es la primera vez que esto le sucede a un investigador”, ha declarado Roberto Cantoni, que ha incidido en que “las fuerzas de ocupación marroquíes siguen impidiendo que los investigadores y periodistas realicen su trabajo”.
Según la agencia saharaui Equipe Media, la expulsión de Cantoni, al que las autoridades marroquíes le dieron tan solo una hora para recoger sus cosas, se suma a otras que han tenido lugar en el Sáhara Occidental, donde observadores, políticos y periodistas han sido sistemáticamente expulsados por las autoridades de ocupación marroquíes. “Estas acciones son consideradas como un intento de reforzar el bloqueo informativo y censurar los informes sobre las continuas violaciones de Derechos Humanos en el territorio”, indica EM.
La anterior expulsión que se conoce fue la de la abogada francesa Elise Taullet, que pretendíavisitar a presos políticos saharauis del grupo de Gdeim Izik, que llevan sin asistencia letrada desde 2017.
La abogada, que llegó a Marruecos desde Francia el 24 de abril, presentó varias solicitudes para visitar a los presos saharauis y ver en qué condiciones se encuentran en las cárceles marroquíes, pero los servicios marroquíes encargados de la acreditación no autorizaron las visitas a los reclusos, que no tienen contacto con sus abogados desde que finalizó el juicio en el que fueron condenados, en 2017, según la Liga para la Protección de los Presos Saharauis en las Cárceles Marroquíes (LPPS).
Ante negativa de las autoridades marroquíes, la letrada francesa, acompañada del vicepresidente de la LPPS, Hassanna Douihi, y de un miembro de la junta directiva, Hassanna Abba, emprendió viaje a El Aaiún para a visitar a las familias de los presos saharauis.
Se detuvieron en la ciudad de Tan-Tan para visitar al expreso político saharaui Yahya Mohamed El Hafed Iazza, recientemente liberado, y a la familia del preso El Hussein Bachir Amaadour, entregado por España a Marruecos en enero de 2019 a pesar de que pidió asilo político. Fueron Interceptados en un puesto de control a 100 kilómetros y la abogada obligada dirigirse a Agadir en taxi.
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